En ocasiones leemos libros por recomendación
de personas desconocidas, como me sucedió en este caso. Me enganchó desde las
primeras páginas por el estilo de prosa, la cual yo percibo como poética; las
palabras no solo describen lo que está sucediendo, también nos transportan por
el mundo creado por el autor.
No es una historia pesada, ni aburrida,
es más bien dinámica con varios personajes y una trama llena de misterio y
aventura. El libro tiene una portada muy bonita, en la que puede apreciarse la
figura de una sirena y un dragón, por lo que será un relato mágico.
El escritor es costarricense, esto me hace sentir orgullosa del talento que hay
en mi país.
En resumen La Muerte se enamoró de una gitana
y tuvo una hija llamada Clara, quien es la protagonista. Clara debe esconderse
ya que varios seres no aprueban su existencia, esto hace que haya mentira y
envidia a su alrededor. En parte por secretos y no saber completamente sobre su
naturaleza, Clara comete un gran error, del que tiene que aprender y madurar.
“Comprendí
muchas cosas de mi vida. Mi padre es un ser milenario cuya razón de existir era
llevar las almas de esta realidad a la siguiente, su presencia está registrada
en todas las culturas del mundo, con diferentes nombres, percepciones y apariencias,
pero la misma función. Yo contradigo su naturaleza. Soy la prueba de que La
Muerte puede crear vida.
En
muchos panteones se repetía el mismo patrón, los hijos de relaciones entre
humano y dios eran siempre el blanco de maldiciones y problemas. No estoy
diciendo que crea que mi padre es un dios, sé que se le denomina algo
diferente. Todos estos mitos son sólo piezas de un rompecabezas con el que
intentaba familiarizarme y a pesar de que no todo coincidía con lo que he
vivido, me consolaba encontrar alguna explicación.”
(p. 136)
Género: ciencia ficción
Año: 2018
Páginas: 428
Editorial Ascendente
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