Lara
Ríos es una escritora de libros infantiles, nació en 1934 en San José Costa
Rica, su nombre real es Marylin Echeverría Zücher, es conocida principalmente
por la trilogía: Pantalones Cortos, Pantalones Largos y Verano de Colores, los cuales son lectura obligatoria en
las escuelas del país. Además, ha recibido premios y distinciones por su trayectoria.
Este
era mi libro favorito en la escuela, me gustaba mucho y recientemente mi
hermana lo rescató de una caja olvidada. Volví a leerlo y me di cuenta que no
me acordaba lo bonito que es.
Mo es
una niña Cabécar (Etnia autóctona de Costa Rica. Se encuentran
ubicados en Chirripó, en el Valle del Pacuare, y en la Reserva de Talamanca,
entre las provincias de Cartago y Limón, así como una pequeña comunidad que vive en Ujarrás de Buenos Aires de Puntarenas.), que desea ser una sukia, es
decir una médico hechicero. Vive una asombrosa aventura cuando descubre que
Sibö le dio un don mágico. Sibö es la principal divinidad, el creador de la
tierra y del hombre, creador de la sabiduría, valores y costumbres indígenas.
Del
primer capítulo copio este fragmento:
“Mo respiro hondo, irguió su cuerpo bien
formado y miró a su alrededor hasta encontrar la figura del abuelo. Este había
puesto un clavo sobre la puerta de entrada y de él colgaba un sapo muerto. Mo
observó con curiosidad al pobre animal que, amarrado de una pata, dirigía los
ojos al suelo, pero sin ver nada del mundo que lo rodeaba. El indio viejo se
sacudió las manos, como si hubiera terminado una pesada tarea y se dirigió a su
nieta.
-Ahora no podrán entrar a este rancho ni
los malos espíritus ni las enfermedades.
Mo sintió frío y se frotó los brazos.
-Abuelo, ¿por qué colgó ese animal ahí?
El indio permaneció un rato en silencio
recordando… Muchos años atrás, un hombre moribundo le había suplicado… pero
tenía que ser un sapo especial, con manchas claras.
-Es una promesa que le hice a tu papá
antes de que se pusiera mal y se lo llevara la fiebre. Quería que colgara un
sapo muerto sobre la puerta de tu rancho, el día que cumplieras los catorce
años.
-¿Por qué?
-Son tradiciones que heredamos de los
mayores y que sirven para protegernos. Seguro él pensó en algún peligro, o
talvez que iba a entrar alguna cosa mala.”
Portada del Libro